El Concilio Vaticano II trató expresamente de la Acción Católica en el número 20 del decreto sobre el apostolado de los laicos, donde se enumeran cuatro rasgos distintivos cuya concurrencia identifica a la Acción Católica:
1. Eclesialidad - MISIONARIDAD Tiene como fin propio el mismo fin apostólico de la Iglesia: la evangelización.
2. Secularidad - LAICIDAD Es una institución constituida exclusivamente por fieles laicos, los cuales dirigen, elaboran y desarrollan el trabajo de esta asociación.
3. Organicidad - ORGANICIDAD Los laicos trabajan de forma organizada, a la manera de un cuerpo orgánico.
4. Unión con la jerarquía - DIOCESANEIDAD Los laicos trabajan en unión estrecha con los pastores de la Iglesia.
Tiene un carisma particular caracterizado por cuatro notas que lo distinguen:
Laicos organizados, evangelizadores quienes trabajan en unión con la Jerarquía de la Iglesia
Los pilares fundamentales, que nos han de fortalecer como MOVIMIENTO APOSTÓLICO, sobre los que se basa nuestra organización y nos distinguirán como sus miembros vivos y activos, son:
Para que nuestra ACCIÓN CATÓLICA no se caiga, las bases deben estar bien sólidas.
Es tarea de todos, tanto en los Centros, Grupos, como ocuparnos de manera individual cultivar la solidez de nuestro Movimiento!
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